Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5.3
Decimos que una persona es pobre en espíritu, cuando dentro de ella siente un vacío espiritual y una profunda necesidad de algo que no es humano, una profunda necesidad de Dios. No debe confundirse la pobreza espiritual con la pobreza económica, pues hay personas muy pobres que son altivos y vanagloriosos.
El primer paso para acercarnos a Dios es ser pobres en espíritu, esa pobreza nos hará reconocer que necesitamos llenar nuestro vació de Dios, es solamente cuando reconocemos que somos pobres que en verdad empezamos a entender que solo Dios nos puede dar las riquezas de su gracia.
Mientras tengamos la altivez del «Yo» en nuestra vida, no le permitiremos a Dios entrar, porque Dios busca un corazón contrito humillado, ese tipo de corazón que siente que no puede mas, que esta cansado de buscar en otras partes para ser saciado es el tipo de corazón que Dios no desprecia.
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Dios no esta buscando virtudes en nosotros, el esta buscando que reconozcamos que no tenemos virtudes que nos justifiquen ante el, que aprendamos a entender que es el quien hace de una mujer sin méritos ni virtudes una mujer virtuosa.
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Amada hermana, es momento de reconocer que ya no podemos con nuestras propias fuerzas y que somos realmente pobres en espíritu para que el Señor no desprecie nuestros corazones, muchas veces hemos sido altivas y arrogantes, no tenemos un corazón perdonador, pero aun así queremos orar para que Dios transforme el corazón de nuestros esposos, amada hermana ¿te imaginas un hombre renovado por Dios con una mujer rencorosa y rencillosa? seria un caos.
El día de hoy preséntate delante del Señor a orar por ti a decirle al Señor que te ayude a ser pobre en espíritu, que haga de ti una mujer diferente y renovada para su gloria. Permitamos que el Señor transforme nuestra vida y seamos pobres en espíritu.
1 comentario en «Mujer, sé pobre en Espíritu.»