Mi amado es mío, y yo suya; el apacienta entre lirios. Cantares 2.16
Lectura Bíblica: Mateo 19.1-9
Al leer el libro de Cantares vemos muchas expresiones de amor muy bellas, palabras que son gratas al oído de toda mujer, para mi una de la expresiones mas hermosas es la exclamación que hace la esposa al decir; mi amado es mio. Cuando vas a una tienda y contemplas desde el cristal una prenda que te gusta puedes expresar: esa es mi prenda favorita, sin embargo, no puedes decir que es tuya, sino hasta que la hallas comprado y puedas expresar mi blusa es mia.
Cuando la esposa dice: mi amado, hace referencia al hombre que ama, nosotras amamos a nuestro esposo y él solo es nuestro amado pero, cuando el esposo también ama a la esposa y está con ella, es entonces cuando se puede decir es mio. Es el hombre que amo y es mio.
Hoy en día es muy difícil que el hogar permanezca, a causa del pecado y la dureza del corazón el ser humano, muchas personas en especial los hombres han abandonado el hogar, las personas son egoístas y solo piensan en ellos mismos y es por eso que muchos dejan su hogar y olvidan la promesa que hicieron delante de Dios, prometieron estar con su esposa hasta que la muerte los separe y sin embargo por llevarse del y los placeres de la vida han repudiado a su mujer.
La palabra del Señor dice que Dios aborrece el repudio, muchas personas tanto hombre como mujeres esta de acuerdo con el divorcio, al punto que muchas personas tergiversan la palabra de Dios con el fin de saciar sus deleites, buscan una supuesta felicidad a base del sufrimiento de la esposa que Dios le ha dado, y no se dan cuenta que un día tendrán que rendir cuenta a Dios por ello.
Cuando dos personas contraen matrimonio y hacen un pacto delante del Señor para permanecer justos hasta la muerte, la biblia dice que dejan de ser dos personas para ser uno. Si un cuerpo es dividido a la mitad eso producirá la muerte, es por ellos que el hombre y la mujer no se pueden divorciar, porque es un daño que se ocasionan mutuamente, la palabra del Señor manda la marido que no abandone a su mujer, que no tenga dureza en su corazón, que sean en verdad una sola carne.
Si el esposo es un hombre que maltrata física y verbalmente, y la esposa entiende que esta en peligro lo correcto es separarse, pero no para volverse a casar sino, para orar por el esposo y que Dios lo transforme de modo que ya restaurado y lleno del Espíritu de Dios puedas volver con tu esposo (1 Corintios 7.10-11). Sé que es difícil orar por una persona que no ha causado mucho daño, sin embargo el Señor nos manda a ser misericordiosos unos con otros, y de la manera en que Cristo te ha perdonado hazlo tu.
Pídele al Señor en oración que ayude a ti y a tu esposo a volver al primer amor, ese amor que les hacía entregarse el uno al otro, ese amor que no era egoísta, ese amor puro y lleno de Dios. Que el Señor sane tu corazón y puedas volver a sentir paz y a tener la felicidad que el enemigo ha querido arrebatar a tu matrimonio, entrégate al Señor con todo tu corazón y con todas tus fuerzas, si ya no puedes más ven delante de su presencia y descansa en él.
Oremos para tu esposo no sea solo tu amado, sino que sea tuyo, que puedas sentir confianza otra vez en el, que puedas ver en el un verdadero hombre de Dios, renovado, restaurado, transformado conforme al corazón de Dios, recuerda que lo que Dios juntó no lo separe el hombre, lo que Dios te ha dado no te lo quitara satanás ni el hombre, Dios te va a obrar en tu matrimonio, espera en el pacientemente y el hará.
Oramos al Señor para muy pronto con toda seguridad puedas alzar tu voz y decir: Mi amado es mio.
Texto para memorizar:
Y dijo: por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Mateo 19.5-6