En Jehová he confiado; ¿Como decís a mi alma, que escape al monte cual ave? Salmo 11.1
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Lectura Bíblica: Salmos 40. 1-5
La desesperación es la perdida total de la esperanza, se pierde la paciencia y la tranquilidad por la impotencia de no poder lograr algo. Cuando estamos orando y no vemos ningún y vemos ningún cambio en nuestro conjugue nuestro grado de esperanza disminuye, es difícil entregarlo todo por nuestro matrimonio en una lucha que estas llevando tu sola, o eso es lo que piensas.
Desde el principio hemos puesto nuestra esperanza en Dios, pero queremos que Dios actué al instante y a nuestro modo, pero Dios sabe que a nuestro modo no funcionara. He aquí la importancia de la esperanza en Dios, cuando nos acercamos a Dios y tenemos una relación personal con el, le conocemos mas de cerca, aprendemos que nada es difícil para Dios y tenemos tal confianza que cuando todo el mundo ve que no hay solución y el enemigo quiere influirnos la duda, nosotras tenemos calma porque el nos dijo que nuestra fortaleza seria estarnos quietas (Isaías 30.7), que en descanso y en reposo seremos salvas, y que la quietud y la confianza sera nuestra fuerza (Isaías 30.15).
¿Cuantas veces has pensado en dejarlo todo e irte? ¿Cuantos veces has considerado que nadie valora lo que haces? ¿Y cuantos momentos has querido desaparecer, volar como una ave donde nadie te encuentre y empezar de cero? Muchas veces, créeme yo lo he pensado, Sin embargo en Jehová hemos confiado ¿Como le decimos a nuestra alma que vuele como una ave? ¿Como le digo a mi corazón, que ya no hay esperanzas para mi matrimonio? El enemigo nos abruma con la desesperación y muchas veces utiliza a nuestro propio conjugue para hacernos la guerra, pero recuerda que la victoria es de nosotras sino desmayamos.
Oremos para Dios nos de fuerzas para resistir, oremos para que cuando el enemigo traiga el desaliento y el desanimo podamos decir “En Jehová he confiado“, oramos para que podamos mantener la calma en medio de la tempestad porque nuestro Dios nos da siempre paz, que después de la tormenta podamos testificar “Pacientemente espere a Jehová, y se inclino a mi, y oyó mi clamor” Recordemos que el Señor es nuestra esperanza, no sueltes la toalla, que después de la batalla la victoria el te dará.
Texto para memorizar:
Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mi. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Salmos 40.17