Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1 Corintios 10.24
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Base Bíblica: 1 Corintios 13.1-7
Cuando pensamos en el amor, nos viene a la mente la idea de un sentimiento maravilloso, de momentos lindos y especiales, de palabras alagueñas y dulce, y muchas cosas mas. Pero el amor es mas que sentimientos, son hechos. Palabra dice que no amenos de palabra ni de lengua sino de hecho y en verdad (1 Juan 3.18).
Nosotros vivimos en un mundo egoísta, que piensa en si mismo, en su propia apariencia, en sus propias necesidades y deseos personales. Cada uno va en busca de su propia felicidad, antes de casarnos también fuimos egoístas, pensamos que nos podría dar esa persona con la que nos casaríamos, cuan felices podríamos ser y no pensamos en dar, en cuan felices podríamos hacer a esa persona.
El amor de Dios es tan grande por nosotros que se entrego a si mismo por amor, ¿Qué estamos entregando a nuestro ser amado?, ¿Qué hemos sacrificado por el bien de ambos? Si existe una palabra adecuada para dar lo opuesto de amor es egoísmo, podemos ver cuan egoísta es nuestro conjugue y no ver cuan egoísta somos nosotros, y no podemos ser hipócritas es la verdad.
La biblia dice que el amor no busca lo suyo propio, cuando nos quejamos de todo lo que hacemos por nuestro hogar, hijos y esposo, somos egoístas. Cuando nos empeñamos en cuidar bien de el ser imperfecto que tenemos a nuestro lado, eso es lo que hace el amor de Dios con nosotros, el verdadero amor trata de buscar soluciones, busca la forma de agradar al otro sin malas intenciones es decir, sin el deseo de decir: me sacrifico mucho para que seas feliz, por que el amor es desinteresado.
No podemos ser generosas para sacarlo en cara, debemos amar como Dios nos manda, incondicionalmente. Donde reina el egoísmo, no puede haber amor, no podemos amr y ser egoísta a la vez, cuando amamos en verdad aunque deseamos que el padre pase de nosotros la copa, podemos decir, que no sea mi voluntad, sino la tuya. Y la voluntad del padre es que nos amenos unos a otros, que no seamos egoistas.
El verdadero amor significa colocar la felicidad de tu pareja por encima de la tuya. No quiere decir que nunca puedas experimentarla felicidad, pero no invalidas la felicidad de tu cónyuge para poder gozar de ella.
El desafió del amor.
Piensa que esa persona a tu lado, también tiene el desafió de amarte a ti, una personas con mil defectos y virtudes. A la que quiere hacer feliz.
Oremos para que Dios nos ayude a ser mas como el, a ser imitadores de el y amar y ver nuestro conjugue con el mismo amor que Dios lo ve, recuerda que la sangre de Cristo también se derramo por él, y que el Señor le ama como debes amarlo. Incondicionalmente.
En el diario que escribiste las fortalezas y virtudes tuyas y de tu esposo, escribe y responde la siguiente pregunta: ¿Que quiero mejorar para mi esposo?.
Texto para memorizar:
Hay quien todo lo codicia; Pero el justo da, y no retiene su mano.
Proverbios 21.26