Entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. Hebreos 3. 15
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Lectura Bíblica: Jeremías 15. 15-21
¿Has pensado en endurecer tu corazón? sé que respuestas es sí, yo también llegue a pensarlo. Sé que has pasado por tantas dificultades, que en verdad no te queda de otro mas que tener el deseo de endurecer tu corazón y ser (como dicen por ahí) una mujer mala. Te ha pasado por la mente, que si fueras de otra manera las personas no se aprovecharían de ti y tu esposo te trataría con mas respeto.
Las mujeres que no tienen temor de Dios, son así. Viven una vida despreocupada de todo, dicen que les da igual lo que puedan decir de ellas y aparentemente vez que todo en su vida esta bien, pero ¿has considerado lo vacío que a de estar su corazón sin Dios?
Muchas veces nos el desencanto, el desaliento y la frustración que tenemos es grande, nos han dañado y herido tanto que en verdad no hay fuerzas para seguir adelante, es tanto que nos han traicionado que el perdón esta lejos de nuestra mente, nuestro corazón esta abatido, cansado de perdonar, de dar segundas oportunidades que un día decimos: ya, no mas, no aguanto mas, endureceré mi corazón, si el es malo yo también, si a el no le importa a mi tampoco. Pero la palabra del Señor dice “Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos” (1 Tesalonicenses 5 15). El Señor nos dice que no devolvamos mal por mal.
El profeta Jeremías al igual que nosotras estaba cansado de un pueblo malvado que le injuriaba y le hacia daño, que decía que Dios no esta con el y que le maltrataba físicamente. El también pensó en endurecer su corazón, el también tenia deseos de no seguir adelante. El le pedía al Señor que se acordara de el y le vengara de sus enemigos, pero no tomo la venganza en sus manos, el estaba indignado por la situación que estaba pasando pero espero en el Señor. En medio de la indignación de Jeremías Dios le dijo: Conviértanse ellos a ti y tu no te conviertas a ellos.
¿Porque piensas en cambiar tu corazón como el de tu esposo? ¿Por qué no esperas que El corazón endurecido de tu esposo se vuelva sensible a Dios como el tuyo? Dios quiere que te ganes a tu esposo, no que tu seas como el.
El Señor le puso condiciones a Jeremías en el verso 19:
1ro: Convierte y yo te restaurare
2do: Entresaca lo precioso de lo vil y seras como mi boca
3ro: Conviértanse ellos a ti Y no tu a ellos
El día de hoy oremos para que el Señor nos ayude a no endurecer nuestro corazón, que podamos entender que somos siervas de Cristo no somos cualquier mujer, somos guerreras del Señor que esperamos fiel a sus promesas, pidamos al Señor por nuestros esposos para que ablande su corazón endurecido y se convierta a el de todo corazón.
Hoy quiero que hagamos la siguiente dinamica:
- Toma un cuaderno para que lo hagas tu diario de apuntes
- Escribe en una pagina todas tus fortalezas y debilidades (Si es posible pregunta a tu esposo cuales cosas no le gusta de ti, hazlo sabiamente recuerda, eres una mujer sabia.)
- Escribe todas las cosas fortalezas y debilidades de tu esposo (Saca lo precioso de lo vil, el no es perfecto pero ha de tener cosas buenas, por algo te enamoraste de el)
- Escoge una hora del dia para que ores 15 minutos por tus fortalezas, 15 minutos por las fortalezas de tu esposo, 15 minutos por las debilidades de tu esposo y 15 minutos por las debilidades tuyas. (Hazlo en ese orden, ora por tus propias debilidades al final)
Texto para memorizar:
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Romanos 12. 21