Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Efesios 5.1
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Lectura Bíblica: Efesios 5:25-31
Hombre de Dios, eres un ser muy importante, el hecho de que seas comparado con Dios te da esa importancia que ni los ángeles tienen. Cuando Dios creo al hombre lo hizo su imagen y semejanza haciéndolo un poco menor que los ángeles, y cuando ese hombre recibe a Cristo en su corazón entonces Dios le da el privilegio de hacerlo hijo de Dios.
Los hijos de Dios no son como cualquiera de los hombres, son imitadores de su padre, se parecen a su padre, su forma hablar, caminar y actuar se parece a la forma de Dios, porque el es su imagen y su semejanza. Es por ello que el apóstol Pablo nos dice que seamos imitadores de Dios como sus hijos amados ahora ¿En que voy a imitar a Cristo? Imita a Cristo en su amor.
La palabra dice que ames a tu esposa de la manera en que Cristo amo a la Iglesia, ¿De qué manera amas a tu esposa? ¿Estas imitando a Cristo en esa área de tu vida? ¿La has abandonado como Cristo no abandonó a la iglesia? ¿La has aborrecido como Cristo no aborreció a la iglesia? ¿La has engañado como Cristo no engañó a la iglesia? ¿La has tratado como un buen hijo de Dios imitador de Cristo o como cualquiera de los hombres?.
El amor de Cristo por su iglesia es un amor inquebrantable, incondicional, tal vez puedas decir que tu esposa te ha faltado al respeto, te ha engañado, que ella no merece que la trates con amor porque no es una buena mujer, pero si meditas nosotros como iglesia no merecíamos el amor de Cristo, porque le hemos fallado, le hemos sido irreverentes, somos malos, mentirosos y aun así Cristo se entrego por nosotros en sacrificio.
Así como Cristo se ha sacrificado por su iglesia sacrificate por tu esposa, el Señor nos ha dado mas de lo que merecemos, tu también dale a tu esposa mas de lo que merece y vas a recibir amor de ella, ella te amará aun con sus imperfecciones. El sacrifico del Señor fue para santifica la iglesia, así mismo hombre de Dios santifica a tu esposa con tus hechos, no para gloria de otros es para tu propia gloria, es para presentártela a ti mismo, es por amor a ti mismo.
Cuando ustedes se casaron pasaron a ser una sola carne, ¿Sabes lo doloroso que es partir un cuerpo en dos mitades? duele mucho, no abandones a tu esposa, no rompas tu hogar para hacer otro hogar, ¿No eres feliz? has feliz a tu esposa y veras como la felicidad de ella, sera la causa de tu gozo, no hay mejor satisfacción para un hombre el saber que su esposa es feliz, sin embargo no hay mayos gozo en saber que el es la causa de esa felicidad.
Debes amar a tu esposa como a ti mismo, ya que amándola a ella a ti mismo te amas. Oremos para que el Señor te ayude a imitarlo, que tu amor hacia tu esposa sea en verdad como el de Cristo por su iglesia, que la ames incondicionalmente recordando que es un solo cuerpo contigo, cuando nuestro cuerpo tiene un miembro enfermo no cortamos dicho miembro, buscamos la forma de restaurarlo, buscamos la manera de sanar, no abandones a tu esposa porque esa parte de tu cuerpo este enferma, busca su sanidad en el hospital de Cristo, el es un excelente doctor para esos casos que pensamos que no tienen remedio.
Texto para memorizar;
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.
Efesios 5.25