Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1.10
Lectura Bíblica: Tito 1.5
Es este día declaremos a nuestros esposos como siervos de Cristo, los seres humanos tenemos muchas deficiencias, pero el Señor lo moldea todo conforme a su voluntad. El enemigo a querido destruir nuestro hogar comenzando por la cabeza, nuestros esposo. Para derribar una fortaleza lo primero que se hace es atar al hombre fuerte por tanto, el enemigo ha querido atar a nuestros esposos para derribar la fortaleza de nuestro hogar.
Por tanto es necesario que tu, como ayuda idónea te pongas en la brecha y empieces a deshacer las obras de las tinieblas en el poderoso nombre de Jesús. Ora para que tu marido tenga las cualidades de un siervo de Cristo que no agrada a los hombres sino a Dios, que sea un hombre irreprensible del que nadie tenga nada malo que decir, que cuando las personas hablen de el, hablen de un hombre de Dios.
Ora para que tu esposo sea un hombre fiel a Dios y a ti, que sea marido de una sola mujer, que el sea un ejemplo a seguir para sus hijos y pueda guiarle a toda justicia y verdad, que pueda guiar sus hijos en el evangelio y con amor les enseñe a no ser rebeldes, sino obedientes siervos de Cristo.
Que tu esposo sea un hombre que administra bien su casa, que el Señor encuentre en el un administrador fiel, que sea sobrio y trabajador, que no tenga ganancias deshonestas porque eso no es agradable a los ojos del Señor, que el Señor quite de el toda ira y enojo, y haga de el un hombre justo y piadoso, un hombre que tiene dominio propio, porque es un hombre lleno del Espíritu.
Texto para memorizar:
Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor.
Salmos 2.11
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