Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5.3
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Lectura Bíblica: Mateo 5.1-12
Cuando el Señor declara las bienaventuranzas no esta haciendo un llamado al arrepentimiento, esta diciendo como son las personas que han de ser salvas, es como si dijera las características de esas personas y una de esas principales caracterizara es la pobreza de espíritu, si una mujer no es pobre en su espíritu no puede ser una mujer virtuosa.
Una mujer virtuosa necesita tener un espíritu siempre humillado delante del Señor, un espíritu pobre es decir, que siempre necesita de la misericordia divina para ser rica en la gracia de Dios por eso, la mujer virtuosa reconoce la pobreza de su alma, y delante del Señor es una mendiga de su amor, medite que las personas le dan a los mendigos, vengamos delante de la presencia del Señor reconociendo que no tenemos nada, para que el nos de su reino.
Solamente una persona pobre en espíritu puede ver el reino de Dios y por tanto, la única manera de que las demás bienaventuranzas sean cumplidas es siendo pobre en el espíritu. El hogar de una mujer sabia debe ser semejante al reino de Dios, y cuando oramos para que el Señor traiga a nosotras su reino no puede hacerlo, porque su reino de Dios no puede venir a nosotras si no somo pobres de espíritu.
Necesitamos ser pobres en fuerza para que el poder de Dios se perfecciones en nuestras debilidades, pues dice su palabra diga el débil fuerte soy, tenemos que ser pobres en opinión para que el Espíritu Santo sea que nos diga que hablar, seamos humildes para que el Señor sea quien nos enaltezca cuando fuere tiempo.
Cuando nacimos no teníamos nada, solo teníamos el pecado que mora en nosotras, y cuando reconocemos eso, que maravilloso lo que hace el Señor con nosotras. Al Señor no le agradan los altivos, el ama al humilde que le busca de todo corazón y le deja llenarlo de su gracia.
El ama a la mujer sedienta y hambrienta de justicia divina, esa que no se defiende ella misma porque tienen un defensor supremo que es Dios, el ama a esa mujer que esta llena de la mansedumbre que da su Espíritu y por eso es llamada bienaventurada, esa que ha alcanzado misericordia por ella es misericordiosa, esa que no toma la venganza en sus manos sino que da tiempo a la ira de Dios, porque ella no paga mal con mal, sino que procura el bien para con todos.
Oremos al Señor para nos ayude a ser mujeres pobre en espíritu, que tengamos hambre y sed de pasar tiempo en la presencia de Dios, cuando entendamos que por encima de nuestro hijos y de nuestro esposo esta Dios, esta su inmenso amor que nunca nos ha fallado, empezaremos a ver su gloria, empezaremos e ver resultados en nuestra propia vida y después a nuestro alrededor.
Seamos mujeres espirituales, llenas de la gloria de Dios.
Texto para memorizar:
Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos
Salmos 138.6