Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Josué 24.15
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Lectura Bíblica: Josué 24.1-15
Las mujeres tienen muchas ocupaciones, es por eso que hay que tener un orden en todos los ámbitos de nuestra vida, en lo laboral, en lo personal, espiritual y en el hogar. En primer orden esta nuestra vida intima con Dios, el es el centro de nuestra vida. En segundo lugar esta nuestro hogar, nuestra vida con nuestro esposos, nuestros hijos y nuestros familiares.
Nuestra mayor responsabilidad esta en nuestro hogar, ese es nuestro ministerio, las mujeres tienen dos mundos para evangelizar el primero es su hogar y el segundo todo lo exterior a su hogar, a veces mostramos mucha caridad y bondad fuera de nuestra casa, y somos excelente maestras en la calle, pero en nuestra casa casa hay tremendo desorden espiritual.
Nosotras tenemos que entender que nuestro hogar completo debe ser propiedad de Cristo, así como las personas nos ven con mujeres sabias, de honor y espirituales, así tienen que vernos nuestros hijos y esposo, ¿Qué pensaran tus hijos de ti? Si alguien les pregunta por su madre ¿Dirán que es una mujer espiritual, que no habla palabras hirientes? ¿Cree tu esposo que eres una mujer espiritual? Si la respuesta es no, entonces necesitas demostrárselo.
Tu hogar tiene que convertirse en casa de Dios y puerta del cielo, debe ser una bendición debes tener la confianza de que aunque el mundo entero se olvide de Dios puedas alzar la vista y decir: yo y mi casa serviremos a Jehová, así como Josué le dijo al pueblo de Israel que se volvieran a Dios, que no abandonaran sus estatutos y sus ordenanzas, así también nosotras seamos una buena influencia para los que habitan en nuestro hogar.
Si tus hijos y tu esposo no son Cristianos ganemos sin palabras sus almas para Cristo, recuerda ellos también tienen un alma que salvar, así que pidamos al Señor que nos permita evangelizar sin palabras en nuestro hogar, que nos ayude a fundamentar nuestra casa en la roca que es Cristo, pidamos con sinceridad de corazón que nos de la sabiduría y el conocimiento para llevar nuestro hogar también delante de sus pies, que nuestra casa sea un ejemplo para aquellos que no tienen a Dios.
Hagamos de nuestra casa un lugar de adoración al Dios vivo, que cuando el vengas nos encuentre andando en integridad aun en nuestras casas.
Texto para memorizar:
Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.
Salmos 101.2