Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados. Mateo 5: 6.
En el libro de Isaías capitulo 55. 1 Dios hace un llamado muy especial a todos los que están sedientos y a todos los que tienen hambre. Una vez mas el Señor recuerda que los sedientos y hambrientos serán saciados.
Después de conocer la pobreza de nuestra alma, llorar y volvernos mansos, conocemos que no tenemos nada y que tenemos hambre y sed de justicia, hambre y sed de Dios.
La palabra del Señor dice que ninguno puede servir a dos Señores, no podemos tener hambre del mundo y hambre de Dios, cuando nuestro egoísmo y altivez es vencido el espíritu del hombre quiere llenarse de Dios, cuando Dios no da vida y comenzamos querer llenarnos de las justicia de Dios, comenzamos a querer que el nos sacie, ya las cosas terrenales y vanagloriosas no nos llaman a la atención, porque nuestro espíritu sabe que eso no le saciara. Escuchar Audio
Entonces ¿Tienes el hambre y la sed suficiente para que Dios te sacie? tal vez digas que si, que tienes hambre de y sed de justicia, pero esa hambre y esa sed que tienes es solo para que Dios cambien algunas cosas en tu hogar, solo necesitas que Dios haga algunos cambios en tu esposo y tus hijos, esa hambre que tienes es para que Dios ubique en tu vida cada cosa conforme a tu voluntad, es decir de la forma en que tu piensas que seras una mujer feliz, una mujer realizada.
Sin embargo ¿Que hambre y sed sacia Dios? Cuando nosotros miramos a la cruz y venos como el Señor siendo justo y perfecto murió por nuestras injusticia y nuestras imperfecciones y nos damos cuenta de que no solo e esposo debe cambiar porque es injusto, porque me habla mal, porque no me presta atención y por una lista interminable de cosas, sino que nosotras también tenemos que abrir los ojos y ver nuestras propias injusticias y ver no tenemos piedad, entonces volvemos a mi mirar al Señor y decir necesito de tu justicia.
Oramos diciéndole al Señor, Padre reconozco mis pecados y la maldad de mi corazón, se que mi naturaleza es pecaminoso yo necesito que sea cambiada, ayúdame a no amar el pecado ayúdame a amar lo que es bueno y agradable ante ti, que mi ser lleno de arrogancia y maldad sea lleno de tu justicia y tu santidad, hazme una nueva criatura. Renueva mi espíritu y mi mente. Entonces Dios se levantara a tu favor, y renovara tu espíritu, te dará nuevas fuerzas para luchar, hará justicia por ti.
Podrá descansar en el y estar quieta, porque tienes la confianza y la certeza de que Jehová peleara por ti, la palabra del Señor dice: Jehová peleará por vosotros y vosotros estaréis quietos.